Los primeros antecedentes sobre la formación diplomática en El Salvador, pueden trazarse a partir del año 1927, en el cual el Dr. José Gustavo Guerrero, entonces nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, dentro del Gabinete de Gobierno del Presidente Pío Romero Bosque, instituyó un sistema de concursos para el nombramiento de cónsules y embajadores de carrera, con el propósito de profesionalizar el servicio diplomático y consular. Dicho cambio fue introducido a través de la aprobación de la Ley del Servicio Exterior, siendo la primera de su tipo en el país. En el mismo año, fue creada en el seno de la Universidad de El Salvador la nueva Escuela Diplomática y Consular, siendo el primer esfuerzo por profesionalizar el servicio diplomático en el país desde la Alma Máter.

Sin embargo, la salida del Dr. José Gustavo Guerrero de su cargo como Ministro de Relaciones Exteriores en abril del año siguiente, y su regreso al servicio diplomático en Francia, acabaron con dicho esfuerzo de profesionalización.

Sería hasta el año 1967, cuando en el seno de la Universidad de El Salvador, se reanudaron las gestiones para aperturar una carrera de relaciones internacionales. Dicho esfuerzo vería sus frutos en el año 1974, cuando el Consejo Superior Universitario de la Universidad de El Salvador, mediante Sesión Extraordinaria No 7, del 13 de agosto de 1973, crearía formalmente la carrera de Licenciatura en Relaciones Internacionales, adscrita a la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. En abril de 1980 fue creado el Departamento de Relaciones Internacionales, para brindar mejor atención a la población estudiantil de dicha carrera universitaria.

Posteriormente, las iniciativas de la formación diplomática y consular únicamente se manifestaron a través de las instituciones de educación superior del país.

En el año 2003, producto de la iniciativa del entonces Embajador de El Salvador en Costa Rica, Hugo Roberto Carrillo Corleto, durante el período dela Ministra de Relaciones Exteriores, María Eugenia Brizuela de Ávila, y a semejanza de la práctica observada en otras cancillerías a nivel internacional, fue creada la primera Academia Diplomática del país, cuya principal finalidad fue “la formación, capacitación y profesionalización del personal del Ministerio de Relaciones Exteriores… que le permita apoyar el desarrollo profesional de la carrera diplomática, pudiendo formar y capacitar a funcionarios del sector público, privado, de universidades y de organizaciones de la sociedad civil que tengan vinculación con temas relacionados con la política internacional, y/o personas interesadas en iniciar su carrera diplomática”, según se recoge en el literal “a” del Acuerdo Ejecutivo No. 282 BIS, firmado el 28 de julio de dicho año. Esta academia diplomática inició sus operaciones en septiembre del mismo año, recibiendo un porcentaje presupuestario del Ministerio de Relaciones Exteriores, y fue nombrada en honor al Ing. Mauricio Borgonovo Pohl, quien fuera Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno del Coronel Arturo Armando Molina, entre 1972 y 1977.

Durante los años que funcionó esta Academia Diplomática, y de acuerdo con Abarca Gómez (2013), la formación diplomática se concentró en la impartición de cursos y seminarios especializados, los cuales surgieron en el contexto de diferentes convenios de cooperación, firmados con las respectivas academias diplomáticas y cancillerías de Chile, Brasil, Israel, Colombia, y el apoyo de organismos internacionales. A partir del año 2006, el trabajo de la Academia Diplomática disminuyó su intensidad, llegado a la inoperancia hacia el año 2009.

El 24 de noviembre de 2010, mediante Acuerdo Ejecutivo No. 1795, el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró extinta la Academia Diplomática “Ing. Mauricio Borgonovo Pohl”, trasladando todos los bienes y presupuesto de la extinta institución, al nuevo Instituto Especializado de Educación Superior para la Formación Diplomática (IEESFORD), organismo especializado de educación superior, creado mediante Decreto No. 102 del Órgano Ejecutivo, en el Ramo de Educación, del 24 de agosto de 2010. En virtud de dicho decreto, el IEESFORD fue constituido en el marco de la Ley de Educación Superior de El Salvador, quedando facultado para otorgar títulos de nivel superior, en la ciencia, arte y técnica  de las Relaciones Internacionales. A su vez, fue dotado de autonomía en lo administrativo y académico, adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores.

El 7 de octubre de ese mismo año, mediante Acuerdo No. 1475/2010 BIS del Ramo de Relaciones Exteriores, fueron aprobados los Estatutos del IEESFORD, mediante los cuales se formaliza la creación de la carrera denominada “Maestría en Diplomacia”, a su vez, se autoriza la estructura interna del Instituto, conformado por un Consejo Académico, Rectoría, y las Coordinaciones Académica, de Investigación y Proyección Social, y de Educación a Distancia. En marzo del año 2012, fueron inauguradas las nuevas instalaciones del IEESFORD, en el cuarto piso del Edificio 2 del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Antiguo Cuscatlán (Abarca Gómez, 2013).

Durante su período de existencia, el IEESFORD logró formar satisfactoriamente a un grupo de 34 personas, quienes culminaron el programa establecido para la Maestría en Diplomacia, defendieron satisfactoriamente su trabajo de maestría, y participaron en su respectivo acto de graduación.

En el año 2020, producto de la pandemia del COVID-19, no pudo llevarse a cabo una convocatoria de nuevo ingreso para la Maestría en Diplomacia, mientras que los nuevos retos acaecidos por la afectación de los servicios presenciales, llevó a invertir una cantidad mayor de recursos para el desarrollo de entornos de educación virtuales. En ese sentido, el IEESFORD fortaleció su plataforma virtual, y llevó a cabo sus actividades al 100% bajo esa modalidad.

El 18 de diciembre del año 2021, el Consejo Académico del IEESFORD, con el ánimo de hacer realidad lo estipulado en el Plan Cuscatlán, para elevar y dignificar la carrera diplomática en El Salvador, consideró necesario llevar a cabo algunas reformas en su normativa interna, de tal forma que el Instituto juegue un papel estratégico para la profesionalización de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, aprobó el cambio de nombre de la institución, pasando a denominarse “Instituto Diplomático – Doctor José Gustavo Guerrero”, con el propósito de dotarlo de una identidad que corresponda con la relevancia histórica de la figura del Dr. Guerrero, cuyo reconocimiento internacional es notable. Dicho cambio de nombre fue autorizado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, mediante Acuerdo No. 15-0775 del 4 de mayo de 2022, fecha en la cual fueron autorizados sus nuevos estatutos.